La eterna lucha de las madres, conseguir que los niños coman platos sanos aunque menos apetecibles para ellos que la pasta u otros alimentos que no siempre son lo mejor. Hoy vamos a hacer un sencillo y nutritivo plato único de legumbre pensado para los más pequeños.
Ingredientes (no pongo cantidades porque cada niño es un mundo y casa madre sabe lo que come su hijo):
- Garbanzos cocidos (valen las sobras del día anterior) o garbanzos cocidos de bote.
- Media cebolla.
- Pimentón dulce (1/2 cucharada).
- 1 pechuga de pollo.
- Patatas.
- Tomate frito.
- Aceite de oliva para freir las patatas.
- Si los garbanzos son de bote, lavar bien y escurrir, reservar; si los cueces tú, acuérdate de ponerlos en agua la noche anterior (si estás en una zona de España con agua dura, mejor ponlos en agua mineral).
- Hacer la pechuga de pollo a la plancha. Trocear en taquitos y reservar.
- Freir las patatas en aceite de oliva, caliente y abundante. Actualmente, hay utensilios que permiten hacer los fritos con muy poco aceite, como la Actifry de Tefal. Otra opción para sustituir el aporte calórico es hacer patatas hervidas o asadas o incluso el puré, pero recuerda no mezclarlo (ver paso posterior) con los garbanzos, sino que hay que ponerlo a un lado, como guarnición.
- En una sartén con un poco de aceite de oliva, sofreir la cebolla muy, muy picada hasta que esté transparente. Echar el pimentón, remover y enseguida, añadir los garbanzos, el pollo, las patatas fritas, cocidas o asadas. Dejar sofreir para que se mezclen bien los sabores, removiendo de vez en cuando, unos 4 minutos. Por último, añadir el tomate frito.
Este plato se puede servir caliente o tibio, mucho mejor para estos calurosos días. Y otra cosa: llena muchísimo.
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